¿La felicidad radica en perder la esperanza?
La felicidad puede ser considerada como
un estado emocional que se produce en la persona que cree haber
alcanzado una meta personal. Es un estado transitorio, a veces
inducido por las decisiones y las metas preestablecidas en nuestras
vidas, ver:
La felicidad es un placebo temporal
mientras que un efecto más sostenido sería la plena
autorealización. Desde pequeños se ha inculcado como una meta a
alcanzar y al no conseguirla produce gran frustración y en ciertos
casos tristeza (su sentimiento opuesto).
Quien vive de esperanzas vive de
ilusiones y pesadillas, puesto que la esperanza no es una realidad, es un punto
distante en un bosque misterioso. En un mundo cada día mas
competitivo es difícil alcanzar, el mundo cada día exige aprender y
saber más.
Paradójicamente quien menos espera es
quien más feliz, puesto que cualquier triunfo es ganancia y no
recibe con fuerza los golpes morales de la vida, los cuales cada
día serán más. Las derrotas cada día se van acumulando en nuestra vida, deberíamos ser inmunes a ellas aprendiendo a dominar nuestros sentimientos.
Ni la tristeza ni la vida deben gobernarnos conducen a desviaciones de la meta y aunque una
persona sin sentimientos tiene más probabilidades de conseguir
muchas más cosas, no significa que debamos convertirnos en seres insensibles, sólo
que nuestros sentimientos temporales no nos aparten de la meta aún
si ésta no es alcanzada. Lo importante es ir abriendo caminos y
mantenerse activamente, sabiendo superar los obstáculos.
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